El invierno y el otoño traen consigo una bajada de temperaturas, cambios en la rutina diaria y un aumento del sedentarismo que afectan directamente a la salud de nuestra espalda. En este contexto, la fisioterapia se convierte en una herramienta esencial para mantener una columna fuerte, funcional y libre de dolor durante los meses fríos.

Las molestias lumbares, dorsales y cervicales tienden a intensificarse en los meses fríos por varias razones:

• Disminución de la actividad física: el frío desmotiva a salir o entrenar.
• Contracción muscular: las bajas temperaturas provocan rigidez y tensión.
• Malas posturas mantenidas: pasar más tiempo en sofás o sillas inadecuadas.
• Sensibilidad al frío: el tejido muscular y articular se vuelve más reactivo.

En nuestra experiencia en Sanysa del Levante, el otoño marca el inicio de una tendencia clara: aumentan los pacientes que acuden con dolor de espalda. Esto se debe, en gran parte, a que los efectos del frío no se compensan con actividad preventiva.

Beneficios de la fisioterapia en invierno:

• Recupera la movilidad muscular y articular
• Mejora la circulación y el metabolismo local
• Reduce el dolor con terapia manual y ejercicios guiados
• Refuerza la musculatura postural
• Previene lesiones futuras

A continuación te compartimos una serie de ejercicios preventivos y terapéuticos, fáciles de realizar en casa:

1. Movilizaciones articulares suaves (cada mañana)

• Inclinaciones cervicales laterales
• Giros suaves del tronco
• Círculos de hombros y caderas

2. Estiramientos para aliviar tensiones

• Estiramiento de cadena posterior
• Gato-vaca (movilidad de columna)
• Estiramiento lumbar tumbado

3. Fortalecimiento funcional

• Puente de glúteos
• Plancha abdominal sobre rodillas
• Bird-Dog (ejercicio de estabilización lumbar)

Recomendación: Realiza estos ejercicios a diario durante 10–15 minutos. Lo ideal es que un fisioterapeuta personalice tu rutina.

Además de la actividad terapéutica, es importante seguir una serie de hábitos saludables:

• Evita el sedentarismo prolongado: levántate cada 30–45 minutos.
• Abrígate bien la zona lumbar: usa fajas térmicas si es necesario.
• Duerme con un buen colchón y almohada adecuada.
• Evita movimientos bruscos al levantarte o cargar peso.

«Hemos atendido pacientes que durante el verano no presentaban dolor, pero con la llegada del frío desarrollan rigidez, dolor agudo en zona lumbar o contracturas cervicales. En muchos casos, basta con unas pocas sesiones de fisioterapia y una buena rutina de ejercicios para revertir el cuadro.»

Esta experiencia nos ha demostrado que la prevención es la clave. No esperar a que el dolor sea incapacitante hace una gran diferencia.

Acude a consulta si:

• El dolor dura más de 3 días
• La rigidez limita tus actividades
• Notas irradiación hacia brazos o piernas
• Tienes antecedentes de hernia o lumbalgia crónica

Un fisioterapeuta evaluará tu caso de forma personalizada y aplicará:

• Terapia manual
• Electroterapia (TENS, ultrasonido)
• Ejercicios guiados
• Reeducación postural

El frío no solo afecta a tu estado de ánimo o energía: impacta directamente en tu salud musculoesquelética. Con pequeños gestos diarios y el apoyo de la fisioterapia, puedes pasar el invierno sin que tu espalda se resienta.

Desde Sanysa del Levante, animamos a nuestros pacientes a incorporar rutinas de cuidado físico adaptadas al clima. La fisioterapia no es solo para curar, sino también para prevenir y mejorar la calidad de vida.